El nivel de control de riesgos de su organización no le parece adecuado. No está satisfecho con los progresos en materia de seguridad, los resultados no están a la altura de sus expectativas. Ha emprendido múltiples acciones pero aún no ve sus efectos. Todavía se incumplen reglas esenciales. Se producen accidentes cuyas causas profundas le resultan incomprensibles.

Desea infundir un nuevo dinamismo a su enfoque del control de los riesgos. Ha llegado el momento de realizar un diagnóstico objetivo de sus prácticas y creencias en materia de seguridad. Este es el primer paso esencial en cualquier proyecto de evolución de una cultura de seguridad.

La metodología de diagnóstico de la cultura de seguridad combina dos técnicas: una está vinculada al relevamiento de percepciones y otra al estudio, de corte más empírico,  del funcionamiento de ciertas herramientas y procesos clave.

El diagnóstico posibilita además que todos los actores de la organización compartan una visión en común de las percepciones, las creencias y las prácticas vigentes, y de su verdadero impacto sobre el control de los riesgos. Permite :

• disponer de elementos empíricos para la toma de decisiones de intervención en la cultura de seguridad,
• comprender el contexto, la historia y las exigencias que la organización debe tener en cuenta además de la seguridad,
• hacer que lo que pensamos se vuelva visible: el diagnóstico se refiere a las creencias, las percepciones y las convicciones,
• saber qué hacemos: el diagnóstico permite explicitar las prácticas y los comportamientos en materia de seguridad, las dificultades encontradas en el trabajo, las desviaciones con respecto a lo que está prescrito, etc.
• cuestionar la coherencia y la alineación entre lo que pensamos y lo que hacemos en todos los niveles de la organización,
• identificar las resortes sobre los que hay que actuar para mantener la cohesión cuando ésta existe, y fortalecerla cuando se debilita.